Sólo la música que me gusta, me llega, me parece necesaria. Toda esa música que, con frecuencia, los medios se empeñan en impedir que escuchemos, pese a que, con mucha frecuencia, es la más valiosa.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Jacques Brel, 35 años después. La huella indeleble


Hoy hace 35 años que el cantautor belga Jacques Brel murió, a los 49, en un hospital cercano a París como consecuencia de un cáncer que algunos años antes ya se había cobrado su pulmón izquierdo. El mundo perdía así a un artista de enorme talento, tanto en lo interpretativo como en la composición de canciones, algunas de las cuales, como 'Amsterdam', 'Ne me quitte pas', 'La chanson des vieux amants" o 'Le plat pays' se han hecho inmortales y perduran en el recuerdo más allá de nuevas modas y de nuevos mitos. 

Su enorme influencia y magisterio no se extingue, pese al paso del tiempo. Periódicamente algún artista evoca sus canciones en alguna grabación en cualquier idioma a lo ancho del mundo y aunque en algunos casos cuesta reconciliarse con ellas, esa es la mejor prueba de su vigencia. Sucede simplemente que las canciones de Brel están llenas de verdad y de intensidad y que es muy difícil evitar ser seducido por ellas, tanto más cuanto se escuchen en las interpretaciones insuperables de su autor. 

Son varios los posts dedicados a Jacques Brel en este blog y son numerosas también las referencias, y a ellas os remito, para no repetirme. Podéis encontrarlas simplemente escribiendo "Brel" en el cuadro de búsqueda de Blogger, arriba, a la izquierda. Por lo demás, os remito al espacio dedicado a él en mi web "Tierradenadie.org". Asimismo, os recomiendo la web internacional titulada 'Brelitude', con cuya sección en castellano algo tengo que ver. 

Lo que sigue es una breve selección de interpretaciones de otros artistas que da buena muestra de la vigencia de Jacques Brel

 Amsterdam, por David Bowie

 "Ne me quitte pas, por Nina Simone (en francés)

Formidable, por Stromae (*)

Ces gens-là, por Richard Berry y Abd Al Malik

Jojo, por Soan, y Jean Corti al acordeón

(*) La canción es del propio Stromae, un bruselés hijo de un ruandés y de una belga, que además de asemejarse físicamente a Brel, con sus largos brazos y su fisonomía, evoca al cantautor con su gestualidad.

3 comentarios:

antonio dijo...

Excelente entrada como nos tienes acostumbrado y sorprendido por el dramatismo escénico calcado a Brel de Stromae.

Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

Très beau choix de chansons en hommage au grand Brel.
Stromae m'a fait beaucoup penser à lui lorsque je l'ai vu (et entendu) chanter "Formidable"
Weblutin

Anónimo dijo...

la verdad nadie puede vivir sin musica. Me gusta este blog.
Lia